Conducta prosocial: el papel de la cultura, la familia, la escuela y la personalidad

Autores/as

  • Maite Garaigordobil Universidad del País Vasco

DOI:

https://doi.org/10.32870/rmip.vi.557

Palabras clave:

conducta prosocial, desarrollo socioemocional, intervención

Resumen

En este artículo-comentario primero se enfatizan los puntos fuertes del ARTÍCULO OBJETIVO (Mestre, 2014), identificando los resultados más relevantes y sus aportaciones más significativas. Posteriormente, teniendo en cuenta las conclusiones del estudio de Mestre (2014), se realiza una reflexión acerca de los factores que determinan la conducta social. Para ello se revisan numerosas investigaciones que evidencian que el desarrollo de la conducta prosocial es un asunto complejo que depende de multitud de factores interrelacionados: biología, cultura, familia, escuela, rasgos de personalidad, entre otros. El análisis de las distintas influencias permite afirmar que la conducta prosocial está mediada o determinada por numerosos factores situacionales y de personalidad, no obstante, las conclusiones de los estudios que evalúan los efectos de programas de entrenamiento de la prosocialidad confirman la eficacia de las intervenciones dirigidas a potenciar este tipo de conducta. Finalmente, tal como se enfatiza en el artículoobjetivo, el segundo contexto más potente de educación es la escuela, y un bajo nivel de victimización ha resultado ser predictor de conducta prosocial. Por esta razón se identifican algunos programas de intervención que fomentan el desarrollo socioemocional (conducta prosocial, empatía, etcétera) e inhiben la conducta violenta.

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Publicado

2014-12-01

Cómo citar

Garaigordobil, M. (2014). Conducta prosocial: el papel de la cultura, la familia, la escuela y la personalidad. Revista Mexicana De Investigación En Psicología, 146–157. https://doi.org/10.32870/rmip.vi.557